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El almuerzo marinero “de lujo”: bocadillo de calamares y gambosi para picar

Bocadillo completo

Almuerzo marinero valenciano. Imagen: SQV

Gambosi para picar y bocadillo de calamares a modo de plato principal. Constituyen los dos
ingredientes del almuerzo marinero con productos valencianos presentado en el céntrico
Mercado de Colón de Valencia por el restaurante Mi Cub y la pescadería gourmet
Martin&Mary. Se trata en ambos casos de locales ubicados en el que fuera recinto de venta de
productos frescos transformado en espacio ‘delicatessen’ en la ciudad del Miguelete.

Ese almuerzo, como suele pasar en numerosos municipios de la provincia, va acompañado de
aceitunas
plantadas habitualmente en las comarcas de la Serranía, Hoya de Buñol o Utiel-
Requena, y del denominado cacao del collaret, autóctono de l´Horta Nord de Valencia, y más
en particular de Meliana. A modo de café se sirve el cada vez más popular ´cremaet’, con ron
quemado, limón y, según los gustos, canela.

El gambosi -o gambosí, porque con el acento existe debate- es una gamba de piel muy fina
genuina del sur de la provincia de Valencia
y del norte de la de Alicante, vinculada a la zona de
marjal o a los términos municipales de Calpe, Dènia o Javea. Se fríe para comer entera y recibe
también el nombre de gamba de cristal. Se devora más rápido que unas buenas patatas o que
suculentas pipas.

El bocadillo de calamares tiene un carácter más universal. No obstante, tal como explicaba en
la presentación Luis Lázaro mientras freía ejemplares de este molusco, “son los de toda la vida
del Mediterráneo, con su sabor auténtico”.

Para, a continuación, insistir en que “las cosas sencillas y buenas no hay que complicarlas”. Eso
sí, hacía hincapié en que el bocadillo estuviera lleno a rebosar tras embadurnar su interior de
mayonesa casera, que no alioli. Los calamares previamente los había rebozado solamente en
harina.

“Estoy harto de sucedáneos que no ofrecen el sabor de calamar que todos recordamos, ya que
en muchos lugares te sirven otros cefalópodos y no calamares”, subraya Lázaro.

Por su parte, Anabel Navas, directora de Mi Cub, argumentaba la apuesta en este nuevo
bocadillo, con el acompañamiento completo de almuerzo, en la necesidad de innovar. De ahí
también la aportación del gambosi para conseguir ese “almuerzo de lujo”, como lo describía.

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