Destinos alternativos para vivir (de verdad) el viaje

Barcelona abre un promedio de 12 hoteles por año, Venecia ha anunciado una tarifa de entrada para los turistas y el precio del alojamiento en Lisboa nunca ha sido tan alto. Unos datos que muestran cómo afecta a muchas ciudades el incremento anual de su número de turistas. Ante esta complicada situación aparece el subturismo, o lo que es lo mismo: viajar a destinos que están fuera de las principales rutas turísticas y cuentan con pocos visitantes. (Eso sí, no se lo digas a nadie).

Ragusa, Italia

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A 100 km del aeropuerto de Catania, se encuentra esta bella localidad. Reconstruida después del terremoto de 1693, Ragusa se divide en Ibla y Ragusa Superior, dos centros urbanos conectados por una densa red de escaleras y puentes. Una visita obligada es la Catedral de San Giorgio, símbolo de la ciudad. En los alrededores también podemos encontrar joyas como Modica, Scicli o Ispica.

Delft, Países Bajos

Imagen de David Mark en Pixabay DELF

En lugar de Ámsterdam, podemos optar visitar Delft. Hogar de Guillermo III de Inglaterra (antes de su reinado), esta pequeña pero encantadora ciudad es conocida por su cerámica, cervezas artesanales y numerosos canales. Es imprescindible visitar Prisenhof, un museo histórico que muestra la edad de oro holandesa y el Nieuwe Kerk donde se celebran la glamurosas coronaciones de la familia real holandesa. A 50 km del aeropuerto de Ámsterdam.

 Lauterbrunnen, Suiza

Imagen de Tim Ulrich en Pixabay LAUTEBRUSEN

Lo más recomendable es visitarlo en verano ya que así podremos disfrutar de unos días fríos en el calor del verano suizo. Este pequeño pueblo está escondido en uno de los valles alpinos más impresionantes, rodeado de gigantescos muros de roca y altas cumbres. Su peculiaridad son las cascadas que lo rodean, unas 72, que ofrecen un espectáculo natural para perder el aliento. A 140 km del aeropuerto de Zúrich.

 Moustiers-Sainte-Marie, Francia

moustiers sainte marie Imagen de RD LH en Pixabay

Perdido entre los maravillosos campos de lavanda de la región francesa de Provenza, Moustiers-Sainte-Marie es uno de los pueblos más bellos y pequeños de la región. Su posición privilegiada en el corazón del Parque Natural de Verdon, a 630 metros sobre el nivel del mar y en la costa norte del lago Sainte-Croix, ofrece a sus visitantes una de las vistas más espectaculares de la región. A 120 km del aeropuerto de Marsella.

 Smögen, Suecia

sweden magen de Allertaler en Pixabay

Smögen es un tranquilo pueblo de pescadores en el lado oeste de Suecia. El puerto está salpicado de viejas cabañas, transformadas en tiendas de todo tipo y para todos los presupuestos. Si viajas después del verano podrás aprovechar para comer langosta ya que la temporada de pesca comienza en septiembre. Se encuentra a 150 km del aeropuerto de Gotemburgo.

Cómo llegar: Una buena opción para conocer estos destinos es alquilar una autocaravana. La Empresa de alquiler Indie Campers, es una de las impulsoras de este movimiento que huye del turismo masivo, y promueve un viaje diferente.

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